Al que le quepa el sayo que se lo ponga!
Un ejemplo claro y sencillito. Un ejemplo de ayer nomás. Abrir una cuenta en Facebook es abrir el juego, y todo juego - ya se sabe- tiene sus reglas.
Las reglas - también se sabe- pueden o no ser respetadas. Pero también se sabe que es más divertido si se cumplen. Si azarosa y arbitrariamente, a gusto y antojo, se decidieran las jerarquías de los naipes, nada diferenciaría – en el truco- al ancho de espadas, de un 4 de copas.
Las reglas son las leyes a las que nos sometemos cuando elegimos voluntariamente un juego. Nadie nos obliga a jugar. Pero una vez elegido el juego, ¡a hacerse cargo de las reglas y a tirar el dado cuando nos toca!
Abrir una cuenta de Facebook, es algo bastante similar.
Porque Facebook no es tan solo la posibilidad del intercambio y de la velocidad de la respuesta. Facebook es la exigencia de la instantaneidad en la respuesta.
Los ritmos del Facebook, su sístole y diástole, transcurren on line. Y on line, no es en un rato, un poco más tarde, después o mañana. On line es ahora, ya mismo, ahora mismito!
Esa es la regla del juego. Caso contrario siempre tendremos el mail, o el “Culo sucio”. Porque..¿Qué sucede cuando se juega un juego con las reglas de otro juego? Cuando se grita “Chancho” en vez de “Quiero vale Cuatro”? El desconcierto o el mal humor según el ánimo de los participantes.
Para ejemplo de este último - el mal humor- baste ingresar al Facebook de la Ruta de la Leche. http://www.facebook.com/pages/INICIA-emprender-para-el-futuro/45614281257#!/pages/Ruta-de-la-Leche/140668289336822
Resumen: Señores santafesinos abrieron un concurso de Diseño de Logo y en paralelo, un Facebook. Y jugaron a jugarlo con las reglas de un Mail. ¿Resultados? Favor, ingresar.
La pericia- discutible- del jurado no es tema de esta nota. Si lo es en cambio, la falta de pericia- rotunda, categórica- en el manejo de esta herramienta. Cucharita de te, como abrelatas.
Manual de malos usos en Facebook:
1- Decir una fecha y no cumplirla
a. ¿Resultado? Gente ansiosa, expresando – por Facebook- su disgusto y ansiedad
2- Comunicar por mail y no por Facebook
a. ¿Resultado? Usuario copiando el cuerpo del mail recibido, y pegándolo en el muro del Facebook
3- No responder las preguntas
a. ¿Resultado? Disgusto convirtiéndose en fastidio, fastidio convirtiéndose en enojo. Enojo publicado en Facebook!
4- No contestar a las acusaciones
a. ¿Resultado? Sensación de “esto es un fraude” Poca solidez y transparencia. Nadie da la cara! (Aunque la cara sea apenas un cuadradito en una esquina de la pantalla)
Que quede claro. Nada de esto es con mala leche. (cuac!)
Pero Facebook, así como lo vemos, con ese aire distraído de espacio de recreación, con esas palabras amigables – todos somos “amigos”! A todos siempre “nos gusta” algo- con esa tibia mansedad con la que se nos ha ido colando en la cotidianeidad de las horas y los días; Facebook, así como lo vemos, es un juego serio. Como tal tiene sus reglas. Y no cumplirlas, tiene – en cuanto a imagen y comunicación se refiere- su costo.