Gestionar la comunicación interna de las instituciones nunca ha sido tarea fácil. Implica unificar un mensaje corporativo compuesto por dos polos, que en muchos casos, parecieran opuestos: la gerencia y los empleados.
Pero más allá de las disyuntivas que se generan para definir el mensaje en sí mismo, el Dircom también debe elegir la mejor estrategia para llegar a sus públicos objetivos. Si bien defirnirla implica tener en cuenta varios factores, uno de los más importantes es el soporte que utilizaremos para transmitir el mensaje. ¿Se imprime o no se imprime? Esa es la cuestión.
No cabe duda que la tecnología llegó para quedarse, y que con su arribo, ya nada es como antes. Pero ¿Esto implica que lo anterior quedó obsoleto? ¿El House Organ dejó de ser una opción efectiva para gestionar la comunicación interna con la llegada del Newsletter?
Un breve listado de comparaciones puede ayudarnos a tener un panorama más completo antes de responder.
House Organ | Newsletter |
Material tangible y transportable, de fácil acceso para la mayoría de las personas | Sólo virtual. Necesidad de pc, internet y conocimientos básicos para recibir el mensaje |
No permite un contacto inmediato con el emisor, aunque tampoco la prohibe. | Posibilidad de respuesta rápida y directa con emisor del mensaje |
Necesidad de mayor inversión | Producción más económica |
Requiere mayor tiempo de producción | Poco tiempo de producción |
Debido al tiempo de producción y costos que requiere la producción de un House Organ los tiempos para su elaboración son mayores a los que requiere un Newsletter | Posibilidad de generar más contactos en periodos cortos de tiempo |
Genera más interés en los públicos, permite libertad de lectura en cualquier contexto. | Menor tiempo de atención / Lectura |
Gran cantidad de información en cada emisión | Menor cantidad de información por emisión |
Podriamos seguir sumando aspectos o características de cada soporte para diferenciarlos entre sí y la lista sería infinita. Lo cierto es que al momento de definir que medio será más efectivo, lo primero que debería analizar un Dircom son los objetivos de la institución en la cuál se inserta, el presupuesto asignado a la gestion de las comunicaciones internas y los públicos objetivos de su mensaje, entre otras.
Si el House Organ es mejor que el Newsletter o viceversa, se definirá por su capacidad de adaptación a los factores mencionados anteriormente. Nuestros objetivos nunca deben limitarse a las posibilidades del soporte, el camino correcto es encontrar qué soporte responde mejor a las necesidades de comunicación que debemos resolver.
¿House Organ o Newsletter? Nunca mejor dicho... “lo dejo a tu criterio”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario