jueves, 14 de febrero de 2013

14 de Febrero- Reflexiones, desde el cardumen


Lo más simple, lo más sencillo es dejarse llevar. Decir feliz día, dar un beso, regalar flores. Fluir con la masa, lo que siempre resulta más fácil, y quizás también más placentero.
Lo segundo más sencillo es criticar. Esgrimir la conciencia de mercado como espada rutilante. Cortar – como diría Paso de los Toros- con tanta dulzura. Observar y repetir, aduciendo adultez, sentido común y una astuta comprensión del contexto, que se trata todo de una gran farsa capitalista. Que el único sentido de ser, de semejantes fechas  - los vi, lo juro, lo dicen con el brillito del descubrimiento  sagaz en las retinas!- es vender. Si, si. El  maldito mercado abriendo sus fauces para devorarnos enteros, con nuestros besos, y abrazos y elefantitos de peluche.  Eso dicen. Los críticos se vuelven así, ferozmente indiferentes a la fecha. Defienden con vehemencia su derecho a no decir te amo. Estos enormes ofuscados, son el fondo, grandes hombres y mujeres de fé. Solo se puede negar lo que existe.
Pero existe también una tercera opción: aceptar este enorme invento capitalista como lo que es, una creencia no demasiado diferente a tantas otras con las que convivimos a diario. Entonces, si aceptamos esto, podemos besarnos, abrazarnos y revolcarnos con la lúcida inocencia de quien sabe – con prescindencia de curas rebeldes que remiten a la les chocolates, los floristas mas flores y las jugueterías , todos sus peluches de vidriera.yenda del origen de la fecha-  que es así, que este día esta hecho para que los kioscos vendan ma
El día existe. Aprovechemos entonces la ocasión.   Reinventémosla. Cada uno a su imagen y semejanza. No hace falta gastar. No hace falta comprar.
San Valentín se impone en las fachadas de todos los comercios, en los diales de todas las radios, y hasta – cuando no!- en el doodle de Google.
Seamos concientes que se trata de una estrategia inteligente de este sistema que se reproduce y optimiza a si mismo como espécimen huyéndole a la extinción, y que a la vez…un poco de amor no le hace mal a nadie.
Esta es una opción, esta es mi opción. No aceptar a ciegas, no negar desde una  lógica que se pretenda por fuera de las reglas del juego, sino aceptarme bicho social y reinventarme el día, este día, desde mi propia lúcida inocencia.
Lic. Lorena D’Ercole

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