“Una vez que la creatividad te saca a bailar no hay otra forma más plena de vivir” dice Silvia Mazza, nuestra entrenadora creativa; y ahora que María Elena Walsh nos anda revoleteando, lo sentimos más claro que nunca.
Porque la creatividad te saca a bailar…y además genera formas que te sacan a bailar, figuras danzantes como gatos que no hacen miau y dice yes, monos lisos con una paciencia china, reinas batatas sentadas en platos de platas y perros salchichas, tan gordos bachichas que toman solcito a la orilla del mar.
Porque la creatividad es un poquito eso, un reino del revés, un reino que se anima a pensarse y vivirse de un modo diferente, una manera de subvertir la realidad, de darla vuelta como a una media, de hacer un títere con esa media, de hacer de ese títere un oso, que bien puede llamarse Osias y querer comprarse todo en un insólito bazar.
La creatividad es eso, camino que se abre y se bifurca, espacio en el que usan barbas y bigotes los bebes y en los que un año, bien puede durar un mes.
¿Tenés pajaritos en la cabeza? Nos preguntaban. Y sí! Que vamos a hacerle. María Elena - la creatividad, pura, frondosa y atrevida de María Elena- nos llenó en la infancia, y de una vez y para siempre, la cabeza de pajaritos.
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